1 de Septiembre - Comienzo del Curso. Discurso de Dumbledore. CENOTA - TODOS TODITOS

El viaje de la estación al colegio fue tranquilo y antes de que Narya se quisiese dar cuenta ya estaba en el Gran Comedor esperando a que el banquete comenzase.
No le gustaba nada el aburrido discurso que Dumbledore daba cada año al empezar. Nunca tenia sentido y solo hacia que la espera por la comida tras el largo viaje, en el cual solo les daban golosinas para apaciguar el apetito, y eso no era suficiente comida. Tenia hambre y deseaba que el banquete empezase ya.
Lamentablemente tras el inútil discurso del director iba la ceremonia de selección, con su aburrida canción y su aun mas aburrida y aparentemente interminable sucesión de alumnos de primer año.
Narya suspiro resignada y apoyo la cabeza en la mesa mientras esperaba a que todo esto acabase.



[Turnos: #Wesh - #Ethan - #Dumbledore - #Ulrik - #Delphi - #Jane - #Alek - #Julia - #Val]

De repente me encontré en medio del comedor, sentado al lado de Delphine, que me había guardado un hueco cuando ella entro antes que yo en el comedor.

Este año era prefecto y había sido muy complicado dirigir a todos los niños y vigilar y todo eso. Pero Stella y yo como miembros de Gryffindor dirigimos bien. Ahora tocaba esperar quien de los pequeños se sentara al lado nuestra o en otras mesas.

Mis tripas rugían de hambre, y miraba el plato esperando a que por arte de magia se llenara solo, pero la vocecita de fondo del director Dumbledore sonaba con una perorata mas que repetitiva después de tantos cursos. Quería que acabara ya de hablar que los niños se pusieran el sombrero seleccionador y que la cena empezara.

¿Habrán salchichas y puré de patata? No podía esperar a las tartas del postre del gran banquete de inauguración de curso... la de chocolate era la mejor.

[Turnos: #Dumbledore - #Ulrik - #Delphi - #Jane - #Alek - #Julia - #Val]

[Turnos: #Delphi - #Jane - #Alek - #Julia - #Val]

Era sabido que la bienvenida al colegio era larga, para algunos resultaba tediosa, pero no para mi.
Los niños nuevos se acercaban temerosos al raído sombrero cada año, tan pequeños y desconcertados. Me causaba risa, era divertido ver cada reacción.
Quien sería el profesor de defensa este año?
Y que elegancia la de Dumbledore! Siempre me había caído bien. Estrambótico, era maravilloso observarlo.
Habia picado pocas cosas en el tren, mucho chocolate por sobre todo. Mi estómago rugía ansioso! Que habría para cenar? Ojalá unas deliciosas tartas de calabaza.
Nada mejor que ese banquete para luego meterse en la cama a descansar como un hipogrifo durmiente.

Era tal el sopor que le producía oír los discursos de Dumbledore que le costó un buen rato enterarse de lo que Wesh les estaba proponiendo. Con el codo apoyado sobre la mesa y la cara sobre la mano miraba como las velas del fondo flotaban en el aire deseando que algunas chocasen e incendiasen algo para hacer aquella cena de bienvenida algo más divertida. Fue entonces cuando una ligera inspiración divina la invadió y volvió a la tierra con el resto de seres mortales oyendo de lejos las malvadas proposiciones que Wesh proponía.

-¡Si por favor! ¡Hazlo! -le contestó con ánimo- Si alguien te pregunta puedes decir que solo pretendías ser amable que no sabías que eran de las vomitivas -sonrió entre dientes pensado que aquello podría mejorar muchísimo la noche- yo te cubro

Tras otro largo rato de discurso y presentación del nuevo profesor por fin vino la cena, a Jane se le iluminó la cara pues su estómago llevaba ya una hora reclamando ingentes cantidades de comida. De cada plato que pudo alcanzar cogió algo hasta llenar el suyo de manera que casi se caía la comida por los bordes. De vez en cuando cogía alguna patata o algún trozo de fruta y se lo bajaba a Floki que permanecía esperando en su regazo obedientemente a que le lloviese la comida.


[Turnos: #Alek - #Julia - #Val]

Julia se introdujo en el interior del comedor y correteando se aproximó a la mesa de la casa Ravenclaw, sentándose junto a Narya, dedicando una sonrisa al resto de sus compañeros de casa.

Muchos eran los alumnos que ya habían perdido la emoción de aquel momento, sobre todos los de años superiores, para quienes aquello ya no se trataba de una novedad. Pequeños reencuentros, rostros nerviosos, la selección de los nuevos alumnos, el discurso de Dumbledore, y por supuesto, la comida. Sin duda lo mejor de... uy, espera, ¿qué acababa de ocurrir?

Fue entonces cuando mientras divagaba, Julia se había perdido el discurso de Dumbledore... Finalmente se encogió de hombros, esbozando una sonrisa satisfecha al ver cómo aquel suculento manjar se aparecía frente a ella encima de la mesa. - Que aproveche. - comentó la joven mientras comenzaba sirviéndose helado, pues, ¿por qué tenía que esperar para tomarse el postre, y más ahora que no había padres vigilándole?

[Turnos: #Delphi - #Jane - #Alek - #Julia - #Val]

-Hombre adulterar es una palabra muy fea, podemos decir que hemos mejorado su composición, son perfectas para cuando tienes un atasco intestinal -sonrió a sus compañeros, tenía muchísimas ganas de empezar el curso con aquella broma pero más ganas aún tenía de caer en la cama y no salir hasta haberle hecho sangre al colchón, estaba extremadamente cansada y el insomnio le había jugado unas malas pasadas estas últimas semanas- ¿os sabéis ya los horarios? -dijo con pesar rebuscando por su túnica a ver si por alguna casualidad encontraba el papel donde lo había apuntado- Por quejarme de lo que toque mañana, no por otra cosa -rió levemente- aunque la verdad que siento curiosidad por ver como es el nuevo de Defensa, ojalá sea tan excéntrico como aparenta con ese pelo -se fijó en la mesa de profesores, cada uno de ellos estaba en su pompa, algunos conversaban entre ellos, otros comían casi con pesar, por lo que daban a entender iba a ser un año algo aburrido.


[Turnos: #Alek - #Julia - #Val]

Julia continuó atareada con su helado, ahora derretido, y que se había deslizado por su túnica. ¿Por qué no aprendería a comer como una persona normal sin mancharse? Era lo que muchos le repetían, pero qué mas daba, con una servilleta todo se arreglaba y como nuevo.

Julia no pudo evitar meterse en la conversación al escuchar a Alek hablar sobre el pacman. Desde luego los muggles sabían como divertirse, con aquellas maquinitas que llamaban videoconsolas. ¡Qué genial era el ingenio humano para solucionar los momentos de aburrimiento!

- ¿Cómo conseguiste convencer a tus padres de que te comprasen una maquinita de esas? Estuve todo el verano queriendo una, y no hubo manera. - comentó Julia con consternación. Aunque la verdad, que es que no podría haberlo pasado mejor durante aquel verano, llegándose a olvidar del juguetito de moda que entre los muggles estaba, y que fascinación causaba en la rubia.